viernes, 28 de septiembre de 2012

Incendios en el oeste: ¿cambio climático?

“Creer en el calentamiento global provocado por el hombre es como creer en Santa Claus”. - Rush Limbaugh 
“Cualquier beneficio potencial de las políticas propuestas para reducir emisiones no justifica su costo económico”. - Sarah Palin al atacar la iniciativa de Agua Limpia “Los principales gases emitidos hacia la atmósfera debido a actividades humanas son dióxido de carbono, metano, óxido nitroso y gases fluorizados. Muchos de esos gases pueden permanecer en la atmósfera durante decenas de miles de años después de su emisión. Por tanto, para obtener un cuadro más completo de la cantidad de gases con efecto invernadero en la atmósfera hay que medir tanto las emisiones (cuánto de un determinado gas de invernadero es producido y emitido hacia la atmósfera) y las concentraciones (la cantidad de un gas de invernadero presente en un determinado volumen de aire). 
Los gases de invernadero de larga vida se mezclan globalmente en la atmósfera, reflejando tanto las pasadas como recientes contribuciones provenientes de fuentes de emisión en todo el mundo”. - EPA (Agencia de protección al Medio Ambiente) El senador John McCain (republicano por Arizona) dijo en una conferencia de prensa que algunos de esos incendios [en Arizona] habían sido provocados por personas que cruzaron ilegalmente nuestras fronteras. 
La respuesta a parte de ese problema es tener una frontera segura”. Agregó que los inmigrantes ilegales provocan tales incendios para enviar señales, mantenerse en calor o distraer a los agentes policiales. McCain no especificó cuáles incendios habían sido iniciados por inmigrantes ni identificó sus fuentes ni ofreció detalles de la “sustancial” evidencia que citó. Los expertos de hoy no están de acuerdo con los intelectuales anteriormente mencionados. Por ejemplo, Michael Oppenheimer, de la Universidad de Princeton, también uno de los autores principales del panel científico del clima de la ONU, comparó “lo que estamos viendo [con] una ventana hacia lo que el calentamiento global parece ser realmente. Parece ser calor, parece ser incendios, parece ser este tipo de desastre medioambiental... Esto brinda vívidas imágenes de lo que podemos esperar ver más en el futuro”. En otras palabras, los incendios en Montana, Wyoming, Nuevo México, Arizona, California y Utah pueden hacer sentar cabeza a algunos de los que dudan del cambio climático. Es poco probable que no muchos de los expropietarios de casas en Colorado le concedan credibilidad a los negadores. Ellos y sus casas han sentido el calor y experimentado las aumentadas temperaturas en primavera y verano, lo cual contribuyó a un prematuro deshielo primaveral. Ellos observaron esos factores que luego trajeron la ferocidad de los incendios arrasadores y el alargamiento de la tradicional temporada de fuegos en el Oeste de EE.UU. durante las últimas décadas. Los incendios sin precedentes este año en el Suroeste y la región de las Montañas Rocosas son consistentes con estas tendencias. Las sequías, oleadas de calor e incendios arrasadores sin precedentes que golpearon a Texas y a las llanuras sureñas en el verano de 2011 costaron $12 mil millones de dólares. Hasta fines de junio, más de 32 000 personas habían huido de Colorado Springs, la segunda ciudad del estado de Colorado. John Hickenlooper, gobernador de Colorado, dijo: “Nada pueden hacer los bomberos cuando existe esta clase de clima”. Al ver los incendios desde el aire el martes, el gobernador se sintió impactado. “Fue como mirar la peor escenografía de cine que se pueda imaginar. Es casi surrealista. Se mira y es lo peor que se haya visto jamás". “Es evidente que el cambio climático está desempeñando un papel”, dijo Kevin Trenberth, quien dirige la sección de Análisis del Clima en el Centro Nacional de Investigaciones Atmosféricas (NCAR) de Boulder, Colorado. “Hay incendios arrasadores por todas partes”. Trenberth y sus colegas –Jerry Meehl, también de NCAR; Jeff Masters, de WeatherUnderground; y Richard Somerville, del Instituto Scripp de Oceanografía de la Universidad de California-San Diego– dijeron que su análisis de nuevas investigaciones muestra un patrón que indica un mundo más cálido y, en el Oeste, un mundo más seco y propenso a los incendios. “Las temperaturas más altas en primavera y verano, conjuntamente con un deshielo primaveral adelantado son también los factores primarios que aumentan la mayor frecuencia de grandes incendios arrasadores y la prolongación de la temporada de incendios en el Oeste de EE.UU. durante las últimas décadas”, resumieron. “Los incendios sin precedentes este año en el Suroeste y en la región de las Montañas Rocosas son consistentes con estas tendencias”, agregó JudyFahys, reportera de The Salt Lake Tribune y miembro de la Sociedad de Periodistas Medioambientalistas. Sin embargo, la Cámara de Comercio de EE.UU. opinó que “los humanos se han hecho menos susceptibles a los efectos del calor debido a una combinación de adaptaciones, en particular al aire acondicionado. Se espera que continúe aumentando la disponibilidad del aire acondicionado. En general, hay gran evidencia de que las poblaciones pueden aclimatarse a climas más cálidos por medio de un conjunto de adaptaciones conductuales, fisiológicas y tecnológicas”. Sean Hannity, en Fox TV, calificó al calentamiento global del “mayor fraude científico, me parece a mí, de nuestra era”. A diferencia de Hannity, no soy científico, pero tampoco creo en Santa Claus o, como la Cámara de Comercio, en la actual adaptación humana a climas más cálidos. Tengo confianza en mis instintos que han respondido al calor, incendios, sequía, inundaciones, huracanes, tsunamis y tornados. “No me parece que está bien”, dicen mis instintos a mi cerebro, mientras estoy sentado en un embotellamiento pleno de smog en el centro urbano (escoja la ciudad); imaginen una situación similar en Mumbai, Bangkok y Shanghái. Escapes y aires acondicionados emitiendo gases. Esos malos vientos traen maldad a la Naturaleza y no pueden ayudar a perpetuar la vida humana. Millones de personas pueden imaginar situaciones de desastre con casas incendiadas en los bosques de Colorado o de Nueva Inglaterra. Tormentas procedentes del Medio Oeste que arrasan con la energía eléctrica y matan a 23 personas. Inundaciones por huracanes que ahogan vecindarios en Nueva Orleáns. Carencia de comestibles por todas partes. Tsunamis que anegan plantas nucleares en Japón y California. Etc

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