sábado, 22 de septiembre de 2012

La Cumbre de los Pueblos, actor innovador de Rio+20 - I

La Cumbre de los pueblos, actor innovador de Rio+20 Desde el 15 de junio, la Cumbre de los Pueblos de Rio+20 reunió a más de miles de participantes de la sociedad civil y de movimientos sociales de todo el mundo en “Altero do Flamengo” – un parque en el centro de la ciudad de Rio de Janeiro – para articular los análisis y proposiciones alternativas e innovadoras a las proposiciones oficiales de la Conferencia de Rio+20, llevándose a cabo a 35 km de la ciudad en Barra de Tijuca. La motivación para organizar una “Cumbre” de los Pueblos (opuesta a un foro convencional de la sociedad civil) se deriva de la desilusión generalizada de las capacidades de los gobiernos y del sistema multilateral de implementar los acuerdos logrados durante la Cumbre para la Tierra en 1992 – como lo muestra el deterioro continuo del medio ambiente, las múltiples crisis y el aumento de las desigualdades estas últimas décadas. 
Por una combinación de actividades auto gestionadas, de plenarias temáticas y de asambleas de los pueblos, la Cumbre tiene como objetivo de convergir tres principales ejes estratégicos: 
1. Las causas estructurales y falsas soluciones 
2. Nuestras soluciones 
3. La agenda para las futuras campañas y luchas Los temas principales discutidos durante las sesiones plenarias cubrieron 
1) el derecho a la justicia social y ambiental. 
2) la defensa de los bienes comunes contra la mercantilización; 
3) la soberanía alimentaria; 
4) la energía y las industrias mineras; y 
5) el trabajo: para una economía diferente y nuevos paradigmas para la sociedad. 
Los resultados de las deliberaciones de la Cumbre fueron presentados al Secretario General de la ONU Conferencia oficial de Rio+20 por una delegación de la Cumbre de los Pueblos, el 22 de junio. Para acceder a la Declaración Final de la Cumbre, haga clic aquí. El dialogo abierto entre Achim Steiner, Director Ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el medioambiente (PNUMA), y los representantes de la Cumbre de los Pueblos alrededor de la “economía verde” – uno de los temas mayores de la Conferencia oficial de Rio+20 – fue un momento fuerte de la Cumbre. El dialogo, negociado con los organizadores de la Cumbre y el SENG, fue una oportunidad para un intercambio sincero sobre uno de los temas más controversiales de las dos cumbres, bajo una carpa reuniendo a un poco más de 800 participantes con poca anticipación. Durante la declaración de apertura, la activista brasilera y organizadora de la Cumbre, Fátima Mello, subrayó que “la Cumbre de los Pueblos critica la economía verde, porque nosotros somos los que debemos sufrir las consecuencias de la crisis del capitalismo y sus modelos de producción. Más la situación se empeora, más nuestros derechos son socavados”. El Sr. Steiner escuchó las criticas y perspectivas de representantes de los pueblos indígenas, de agricultores, de trabajadores, de movimientos medioambientales, de personas de color y otras ONG sobre lo que ellos percibían como una agenda para reforzar el insostenible modelo económico actual, creando nuevas fuentes de lucro y de explotación por la mercantilización y la financiarización de la naturaleza y de la vida. El Director Ejecutivo del PNUE expresó su sorpresa sobre las críticas de la economía verde que – como lo dijo – fue concebida como una “transformación mayor del modelo actual de producción y de consumo, con el objetivo de luchar contra la polución y la escasez de los recursos naturales”. Las críticas asumen una perpetuación del modelo actual, que el PNUMA también denuncia ya que es la causa de la destrucción catastrófica del medio ambiente como lo constatamos hoy en día. Afirma que la economía verde debería confrontar y comprometer el sistema económico que domina la agenda política en todos los países del mundo. No es porque encontramos el término “economía” en “economía verde” que nos referimos necesariamente a la economía capitalista actual. “Dar un valor económico a los ecosistemas puede ayudar a los gobiernos a comprender mejor que son esenciales y que hay que preservarlos. Por ejemplo, el valor de la selva amazónica es mucho más elevado que el valor de la madera que se puede extraer”, dijo el Director Ejecutivo del PNUE. Explicó como la selva amazónica tiene un papel esencial en la regulación de los sistemas de flujo de agua para el continente entero. Atribuir un valor monetario a los ecosistemas en las cuentas nacionales no quiere decir que este valor será transformado en activos privados para ser comprados y revendidos. “En realidad, diría que…a lo mejor el efecto contrario ocurriría: crearíamos leyes protectoras de la naturaleza, aumentaríamos las zonas protegidas; dejaríamos que los pueblos indígenas gestiones sus tierras y sus reservas y tendríamos leyes y criterios para que el sector privado y las empresas hagan sus negocios de una manera no destructiva”. Durante la segunda vuelta de comentarios, un participante, Pat Mooney de ETC Group, argumentó que el PNUMA [como uno de los principales instigadores del concepto de economía verde] tiene que ser su mensajero, pero “no puede controlar lo que se hace con vuestro mensaje”. Dio ejemplos de los planes explícitos de empresas multinacionales que proveen un control privado de la biomasa de la Tierra. Sostuvo que la agenda de la economía verde, promovida por la Conferencia de Rio+20, le deja su implementación al sector privado por la financiaizacion y contando con el progreso tecnológico. “La crisis en la que nos encontramos fue llevada por intereses financieros y la promoción de tecnologías peligrosas” como la industria nuclear y las culturas transgénicas. “Y ahora le preguntamos a los responsables de esta situación de encontrar soluciones sobre este desorden”. En efecto, según él Sr. Mooney, la financiarización y las soluciones tecnológicas rápidas están remplazando una política pública responsable. Pablo Solón, Director Ejecutivo de la organización “Focus on the Global South” y ex embajador de Bolivia ante las Naciones Unidas, insistió en el hecho que es difícil creer que un valor monetario a la naturaleza dejara con su inclusión en las cuentas nacionales. “El objetivo de la economía verde es más claro: cuando el capitalismo asigna un valor monetario al ecosistema y a la biodiversidad, no es solo para colocarlo en las cuentas nacionales pero para introducirlas en el mercado”. Haciendo referencia a los millones de dólares atribuidos por el PNUMA y otras instituciones al costo de la transición hacia una economía verde, declaró: “los gobiernos dicen que no tienen más plata por causa de la crisis, y muchos de ellos presionan para que estos financiamientos vengan del sector privado. ¿En qué esto no es la mercantilización/financiarizacion de la naturaleza?”. El Sr. Solón propuso entonces un impuesto sobre las transacciones financieras que produciría un aumento de los ingresos necesarios como una alternativa a la agenda de la financiarización. Juan Herrero, del movimiento de base de los agricultores del mundo La Vía Campesina, afirma que las alternativas desarrolladas por la Cumbre de los Pueblos siguen una “lógica muy diferente” que la de la Conferencia oficial de Rio+20. Entonces, las alternativas son construidas sobre una economía “popular, social y solidaria” más que sobre los beneficios (véase a continuación). Achim Steiner expresó su gratitud por esta oportunidad de – al menos por un breve momento – conectar las dos cumbres. Dijo que comprendía y compartía la frustración de los pueblos sobre la manera en la que las negociaciones se llevaron a cabo durante la Conferencia de Rio+20. “Pero quiero asegurarles que – así les parezca increíble – hay gente dentro de las Naciones Unidas y en el proceso oficial que le dan una verdadera importancia y oyen atentamente lo que se dice en la Cumbre de los Pueblos ». Articular las alternativas de los pueblos: la economía social y solidaria

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